Cuando tu meta es ser más sustentable

Cuando tu meta es ser más sustentable - Vida Digital con Alex Neuman

Es un hecho: las generaciones más jóvenes están dispuestas a poner de su dinero cuando se trata de una vida sostenible.

Por tanto, si eres de los que hoy busca sumar a sus hábitos rutinas más sustentables, tal vez quieras tener en cuenta estas recomendaciones. 

  • Si tiene un aire acondicionado, tal vez has visto que, cuando funciona en modo frío, expulsa unas góticas de agua. “Estas gotas de agua son normales, el resultado del proceso de evaporación que tiene lugar en el interior de la máquina”, explica Daikin, un líder en climatización. Por tanto, en vez de dejarlas mojando la pared o el suelo donde está instalado el equipo, gota a gota podemos llenar varios recipientes o botellas de agua que puede utilizar para la limpieza, rellenar el limpiaparabrisas del coche, la plancha y hasta para regar plantas acidófilas como azaleas, camelias y gardenias. 
  • Elije productos con menos embalaje. El exceso de protectores va a la basura y, de ahí, a los vertederos. Esto no solo contamina aún más el medio ambiente, sino que también presenta graves efectos para la salud de los seres humanos y los animales. 
  • Aprende a admirar la belleza que encierra convertir una vieja bicicleta que ya no se pueda en un original mueble para colgar macetas y plantas. Ubícala en un punto perfecto del jardín y cúbrela con flores para que le dé un aspecto distinto al lugar. Haz lo mismo con las viejas regaderas o envases. 
  • Los influencers lo llaman upcycling, pero se trata, sencillamente, de reutilizar. Y cuando se trata de ropa, que no te falte la imaginación. Hazte una bolsa para ir a la compra, conviértela en un paño de cocina o tal vez en un delantal. La ropa que ya no soportas podría transformarse, también, en un puf, funda de cojín o esas telas cuadrangulares que se utilizan para envolver y que los japoneses llaman furoshiki.  
  • Si lo que sobra en tu casa es papel, piensa muy bien todas tus opciones. Puedes aprovecharlo para imprimir documentos informales, hacer manualidades con los niños, limpiar espejos y cristales, colocarlo en las alfombras del coche en días de lluvia, o convertirlo en abono o compost. Para esto último, rompe el papel en tiras y colócalas en capas alrededor de tus plantas. Te ayudará a evitar el crecimiento de malas hierbas y mantener húmedo el suelo. Además, una vez descompuesto, el papel aportará carbono y otros nutrientes a la tierra.