La participación de mujeres en cargos directivos en Panamá es muy baja

La participación de mujeres en cargos directivos en Panamá es muy baja - Vida Digital con Alex Neuman

De acuerdo con Page Executive en multinacionales con sede en Panamá la distribución de cargos directivos puede ser 40% de mujeres y 60% de hombres aproximadamente.

  • En las empresas locales la particiación podría ubicarse en 20% de mujeres y 80% de hombres en roles principales.
  • Las empresas locales/familiares todavía tienen culturas un poco más “machistas” pero cada vez están más propensas a darle relevancia a temas como el de igualdad de género.

La equidad de género en la alta dirección de las empresas es un tema respecto al cuál Panamá busca lograr avancer con el fin de garantizar la igualdad de oportunidades de acceso y desarrollo profesional de las mujeres en los diferentes campos laborales.

De acuerdo con Page Executive, línea de reclutamiento de altos ejecutivos de PageGroup, actualmente la participación de las mujeres en puestos directivos depende de la empresa. “En multinacionales la mujer está cada vez más presente. Sin embargo, en empresas locales estamos todavía retrasados en este tema. Son pocas las mujeres en cargos directivos. En el país ya existe ley que está promoviendo la inclusión de por lo menos una mujer en las Juntas Directivas lo cual está ayudando en este sentido”, indicó Carolina Marques, Principal de Page Executive en Panamá.

“En multinacionales ubicada en el país la equidad entre hombres y mujeres en cargos directivos puede estar bastante equitativo, me atrevo a inferir que quizás la distribución se de 40% de mujeres y 60% hombres aproximadamente con mucho enfoque en seguir mejorándolo”, dijo.

Sin embargo, apuntó que en las empresas panameñas la distribución de género es mucho más desigual. “Yo le pondría un 20% de mujeres en cargos directivos mientras que habría 80% hombres desempeñando estos roles”, precisó Márques.

Indicó que la industria de tecnología, por ejemplo, en general está liderada por hombres principalmente con una distribución de 80% a 20%. Sin embargo, aquí se ha comenzado a ver una presencia más o menos acentuada de la mujer dependiendo de las posiciones.

De acuerdo con Page Executive los cargos ejecutivos siguen siendo liderados en su mayoría por hombres. Por ejemplo, roles como directores generales y directores de finanzas continúan siendo en mayor parte ocupados por estos; mientras que las direcciones de recursos humanos, comunicaciones, servicio al cliente y legal, cuentan con una participación significativa por parte del género femenino. Los sectores panameños en los que más se encuentran mujeres en cargos directivos son consumo masivo y recursos humanos.

“Hoy en día los cargos directivos en América Latina están mayormente ocupados por presencia masculina, lo cual evidencia el largo camino que aún queda por recorrer en la región respecto a la diversidad en estos roles”, afirmó Márques.
En cuanto a la remuneracón Márques indica que en Panamá las empresas multinacionales respetan mucho las escalas salariales sin distinción de género. “No se ha sentido una diferenciación muy grande en este aspecto” señaló.

Ventajas del liderazgo femenino

“En las empresas donde las mujeres participan en procesos de liderazgo se han encontrado una serie de beneficios. El primero es que aumenta su competitividad pues tienen mayor posibilidad de definir estrategias que contemplen variables más complejas”, expresó Márques

Así mismo, la interacción entre grupos diversos logra que los equipos tengan mayor visión y oportunidad de crear estrategias diferentes y asumir de una mejor manera la complejidad del mercado. Por otra parte, se han realizado estudios en los que se ha determinado que las mujeres cuentan con características y habilidades blandas como empatía, humildad y determinación, que han hecho que muestren resultados de alto impacto dentro de sus organizaciones. Por otro lado, las empresas tienen que contemplar variables de impacto para la sostenibilidad de sus operaciones y se ha demostrado que las mujeres son más sensibles para identificar riesgos y oportunidades en las dimensiones ASG (ambiente, social y gobierno).

Retos para lograr una mayor equidad de género

En Panamá hay una tendencia positiva por parte de las empresas de ocuparse en resolver los principales obstáculos que tienen las compañías frente a la equidad de género, por lo cual han empezado a trabajar por lograr una mayor participación de las mujeres en cargos habitualmente ocupados por hombres, en general, pero en especial en posiciones de alta dirección.

“Como país todavía estamos en un proceso de transición sin embargo percibo que cada vez está siendo más recibido. Nuevamente va a depender del tipo de empresa. Las empresas locales/familiares todavía tienen culturas un poco más “machistas” pero cada vez están más flexibles a “corporatizarse” y darles más relevancia a temas como este de igualdad de género”, dijo.

“Para tener idea respecto a las acciones específicas que se pueden ejecutar – continuó- se recomienda que las empresas trabajen el tema de diversidad, equidad e inclusión como un pilar estratégico. Esto implica aprender en profundidad sobre el tema, de tal forma que se puedan definir planes de impacto en toda la organización para lograr que las mujeres tengan mayor posibilidad de ocupar cargos de alta dirección”, expresó Márques.

Otro punto importante es trabajar de manera conjunta tanto con hombres como con mujeres para identificar y mitigar los sesgos que puedan existir, así como definir planes de desarrollo de carrera donde se tenga una línea de sucesión que abone el camino para que las mujeres puedan ascender dentro de la compañía.

De igual manera, se deben cambiar paradigmas frente al manejo de la maternidad y paternidad que rompan con los roles de género asignados y establecer planes de mentoría para lograr empoderamiento femenino y también sororidad entre las mujeres de la organización, lo que en conjunto logra fortalecer este aspecto.

Por último, resulta primordial la medición de indicadores, que tengan como objetivo monitorear la consistencia y efectividad de las acciones que se realicen y sirvan como puntos de partida para dar continuidad a las diferentes tácticas propuestas.